Un día como hoy, nace en Salta Ruben Ehizaguirre

En Villa Soledad, Salta, nació Rubén; el 14 de agosto de 1964.

En Villa Soledad, Salta, nació Rubén; el 14 de agosto de 1964.


Los oídos se endulzan cuando las melodías nacen de sus cuerdas vocales: una voz que permanentemente llega al corazón. Quienes lo conocen lo rotulan con mayúsculas. Rubén Ehizaguirre fue, es y será, uno de los puntales en la vida de los incomparables Los Nocheros.

Por más de 30 años lleva recorriendo los escenarios emblemáticos del planeta. Un hombre como cualquiera, con una familia por quien velar, con obligaciones y responsabilidades, con ganas de amar y ser amado.

“Mi niñez la recuerdo espectacular. En mi casa no abundaba nada, era un hogar de clase media en la que teníamos lo necesario para una vida digna. Mi viejo tenía un buen laburo. El jardín de infantes lo hice en el Peter Pan, que estaba en calle Buenos Aires al 300. Después pasé al Colegio Belgrano donde concurrí toda la primaria. En la secundaria fui al Instituto General Güemes; finalmente terminé los estudios en el nocturno. Tenía una canchita al frente de mi casa, me he criado peloteando ahí, llenándome de tierra. Mis pasatiempos favoritos, más allá del fútbol, eran el trompo, la bolilla, la ticha, que era el famoso agujerito en la tierra y jugar con monedas. Recuerdo la verdulera que sabía llegar a casa, o el lechero que dejaba la botella de leche con la tapita de papel metálico de todos colores. Sabía ir los sábados un muchacho que lustraba los zapatos de toda mi familia, yo me sentaba con él y le ayudaba un poco a lustrar y me quedaba charlando con él, uno se hacía familiar con la gente”, cuenta de su vida el “nochero”.

Un personaje que no marca diferencias. Su simpleza se refleja en el día a día, y siempre remarca: “Soy un vago al que le gusta estar y compartir con la familia, con los amigos, de la misma manera me gusta ser un tipo normal, común y corriente. Me encanta salir a la calle, ir de compras, pagar mis facturas. Lo hago por el simple hecho de rodearme de gente, de salir y ver las calles de mi ciudad. Mi lugar en el mundo es Salta, me encanta caminarla, recorrerla, compartirla, me apasiona sentarme en un café, compartir un rato de fútbol, de bohemia, un asado, juntarme en la casa de uno, de otro, o simplemente estar con la familia”.

– Extracto nota con El Tribuno en el año 2017 –


Esta nota habla de:

Más de Buenas noticias