Vuela alto, querida coplera Micaela: siempre vivirás en nuestros corazones
Sus coplas no solo eran música, sino un puente entre generaciones, una tradición que ella mantenía viva con pasión y dedicación.
Con una tristeza profunda y un inmenso vacío en el alma, hoy nos toca despedir a Micaela, nuestra amada abuelita coplera, cuyo arte y calidez humana llenaron de alegría innumerables corazones. Su partida nos deja con un nudo en el corazón, pero también con el consuelo de haber compartido con ella momentos llenos de luz, humor y música.
Micaela no era solo una artista; era un faro de vida, energía y creatividad. Su voz resonaba con coplas que narraban historias y emociones, dejando en cada verso una parte de su espíritu inquebrantable. Su picardía, buen humor y ganas de estar presente en todas partes la convirtieron en una figura entrañable para todos los que tuvieron el honor de conocerla.
La sonrisa de Mica, siempre franca y contagiosa, quedará grabada en nuestra memoria, junto con esas ocurrencias que hacían reír incluso en los días más grises. Sus coplas no solo eran música, sino un puente entre generaciones, una tradición que ella mantenía viva con pasión y dedicación.
Velatorio y despedida
Los restos de Micaela serán velados en Pieve, San Luis 548, donde familiares, amigos y admiradores podrán despedirse de esta alma generosa que tanto nos regaló.
Un mensaje de fortaleza para su familia
En este difícil momento, elevamos nuestras oraciones por su hijo y toda su familia, deseando que Dios les brinde fortaleza y resignación para enfrentar esta pérdida irreparable. A pesar del dolor, sabemos que el amor y las enseñanzas de Micaela serán un refugio y un faro en sus vidas.
Un legado que perdurará
Aunque Micaela partió, su esencia permanecerá viva en cada nota de copla, en cada risa compartida y en cada recuerdo que dejó en nuestros corazones. Hoy le decimos adiós con tristeza, pero también con gratitud por el regalo de su presencia en nuestras vidas.
¡Descansa en paz, querida Micaela! Desde aquí, seguiremos recordándote, honrando tu legado y llevando en el alma la alegría que siempre supiste transmitirnos.