Petri y Sáenz confirman el despliegue de 10.000 efectivos en el norte
El gobernador y el ministro de Defensa Nacional mantuvieron un encuentro de trabajo con jueces, fiscales y jefes de las Fuerzas Armadas.
En un gesto que marca un antes y un después en la política de defensa y seguridad del norte argentino, el gobernador Gustavo Sáenz y el ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, encabezaron una reunión de alto nivel con jueces, fiscales y autoridades militares para delinear la implementación plena de la Operación Roca, el mayor despliegue militar en frontera de los últimos años, en coordinación con el Plan Güemes.
El encuentro, realizado en el marco de la creciente preocupación por el crimen organizado, el narcotráfico y el contrabando en las zonas limítrofes, tuvo como eje el fortalecimiento de la presencia del Estado en las regiones más inhóspitas y desprotegidas del norte salteño, particularmente en los departamentos Orán y San Martín.
La Operación Roca contempla el despliegue de 10.000 efectivos, con presencia permanente de 1.500 militares en puntos estratégicos, fuera del alcance de los pasos fronterizos oficiales. Allí se realizarán tareas de inteligencia, vigilancia aérea y terrestre, con tecnología de última generación: drones, radares móviles, helicópteros y un avión Diamond para relevamientos en zonas rurales de difícil acceso.
"El narcotráfico se mete donde el Estado está ausente. Por eso, esta operación es mucho más que una acción militar: es una decisión política de ocupar el territorio y cuidar a nuestra gente", expresó el gobernador Sáenz tras el encuentro.
Por su parte, el ministro Petri confirmó que en no más de un mes comenzará el despliegue total, que involucrará tres regimientos militares, tras haber culminado las etapas de capacitación y preparación normativa iniciadas en febrero. "No se puede luchar contra el crimen transnacional sin la articulación entre Nación, Provincia y Municipio. Es fundamental que los tres poderes estén alineados en esta misión", remarcó el ministro.
Además del componente militar, Gendarmería Nacional y la Policía de Salta se encargarán del control y patrullaje en centros poblados y zonas urbanas, bajo coordinación con el Poder Judicial Federal y Provincial.
La estrategia forma parte del Plan Güemes, una iniciativa salteña que ya comenzó a ejecutarse y que busca sumar infraestructura, inteligencia territorial y presencia institucional en la frontera norte. Con esta articulación, el Gobierno de Salta consolida una política de seguridad con enfoque soberano y territorial, dejando en claro que el norte también es frontera geopolítica.
"La lucha contra el narcotráfico no se gana con discursos, sino con decisiones concretas, con botas en el terreno y radar en el cielo", expresó una fuente del Gobierno provincial.