Fuego, magia y tradición: esta noche se celebra la Noche de San Juan
El 23 de junio marca una de las festividades más antiguas y simbólicas del calendario: la Noche de San Juan. Una fecha en la que el fuego purifica, la naturaleza se vuelve mágica y todo puede suceder.
La Noche de San Juan, celebrada cada 23 de junio, es una tradición ancestral que rinde homenaje al solsticio de verano en el hemisferio norte, la noche más corta del año. Aunque en el hemisferio sur coincide con el invierno, el espíritu de esta festividad continúa vivo y cargado de simbolismo.
Su ritual más conocido -encender hogueras- simboliza la victoria de la luz sobre la oscuridad, y tiene raíces tanto paganas como cristianas. La tradición católica cuenta que Santa Isabel, madre de San Juan Bautista, encendió una hoguera para avisar a la Virgen María que estaba por dar a luz. San Juan, nacido el 23 de junio, es el único santo cuyo nacimiento se celebra en lugar de su muerte.
Pero esta no es una noche cualquiera: se dice que se abre el portal a otras dimensiones, se revelan misterios del futuro y que la Madre Naturaleza despliega sus poderes más profundos. Las hogueras no solo iluminan la oscuridad, sino que, según la creencia popular, preservan de todo mal durante un año. Las cenizas curan enfermedades de la piel, y saltar el fuego al menos tres veces asegura buena suerte y protección.
En esta noche mágica, las hierbas tienen más poder, los conjuros son efectivos y el amor puede aparecer donde menos se espera. Las jóvenes buscan señales de su futuro sentimental y los campos, bendecidos por San Juan, se llenan de esperanza.
La Noche de San Juan no es solo una celebración: es un puente entre lo visible y lo invisible, entre lo real y lo mágico. Una noche esperada durante todo el año... porque en la noche del fuego, todo es posible.
