El Gobierno dice que no va a cambiar el DNU y promete que las restricciones duras terminan el domingo

La Rosada ve que las medidas más estrictas ?se están cumpliendo? y prolongarlas ?sería una mala señal?.

La Rosada ve que las medidas más estrictas ?se están cumpliendo? y prolongarlas ?sería una mala señal?.


Los 35.399 casos registrados este miércoles, en el quinto día del confinamiento estricto dispuesto por Alberto Fernández, generaron preocupación en el Gobierno, que analiza cómo seguirán las restricciones para bajar la curva de contagios a partir de este domingo 30 de mayo, cuando según el decreto de necesidad y urgencia, vigente hasta el 11 de junio, finaliza la etapa de aislamiento duro.


Pese a la alarma que implica una suba sensible luego de dos días feriados en los que se habían registrado cifras por debajo de los 25 mil casos, en el Gobierno aseguran que la hoja de ruta trazada por el Presidente en el DNU “no se va a cambiar” y que “no está en análisis” replicar la próxima semana una cuarentena fuerte.


“A partir del 31 de mayo se sigue con las medidas del semáforo epidemiológico“, había contestado este miércoles el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, al ser consultado en radio La Red sobre cómo seguirían las restricciones.


Aunque la entrevista fue previa a que se conocieran los datos de contagios, la decisión del Gobierno parece estar escindida de las nuevas cifras. Además, el decreto ya prevé un cierre estricto para el fin de semana del 5 y 6 de junio y sólo flexibiliza las restricciones para actividades laborales: mantiene la limitación de la circulación nocturna, la prohibición de las reuniones sociales y el listado de esenciales que puede viajar en transporte público.


“Sabíamos que los contagios no iban a bajar de un día para otro y que probablemente siguieran creciendo porque hoy estamos viendo lo que pasó hace dos semanas y sabemos que recién en ese tiempo vamos a ver cuánto efecto generó este cierre”, explicó un hombre de máxima confianza del Presidente.


“En general, vemos que la medida se está cumpliendo y que hubo una baja fuerte en la circulación?, analizó sobre el desarrollo de las actuales medidas.


Al mismo tiempo, el Gobierno se encuentra ante la encrucijada de evitar una nueva contradicción, luego de que el martes pasada, ante la información de Clarín de que se analizaba el regreso a fase 1, Alberto F. lo descartara (?La gente no lo resiste), lo que finalmente el viernes se concretó.


No sería una buena señal cambiar ahora el DNU”, admiten a Clarín cerca del jefe de Estado, que fundamentó su DNU en la necesidad de hacer un esfuerzo “por un tiempo acotado”. “La gente está respondiendo porque sabe que termina el 30”, agregan.


Con este panorama, a partir del próximo lunes volverá a regir el semáforo epidemiológico con los mismos parámetros y la correspondiente suspensión de actividades que contiene el proyecto de ley para manejar la pandemia que Fernández impulsa en el Congreso. 


Ese esquema, que divide al país en materia sanitaria por zonas -alarma y alto riesgo epidemiológico, y riesgo medio y bajo- de acuerdo a la ocupación de camas UTI o la incidencia de casos de los últimos 14 días, entre otras variables, es el que el Gobierno va a respetar ?salvo -aclaran- cuando haya que pegar un martillazo?.


Como había adelantado Clarín, ante el desgaste social luego de un año y medio de pandemia y el escaso margen económico, el Gobierno decidió apelar a la estrategia de cierres fuertes intermitentes, por tiempos cortos, para evitar desbordes.


En ese sentido, si bien en el oficialismo prevén que el DNU 334/2021 va a ser “el último” de Fernández para el manejo de la pandemia, porque comenzaría a regir la ley que debate el Congreso, no descartan que “más adelante” el Presidente deba recurrir a nuevos cierres estrictos.


Es, señalan, un formato que ya se utilizó en España, Francia e Italia, entre otros países que visitó Fernández semanas atrás, y que ofreció buenos resultados para contener los casos y garantizar su cumplimiento.


¿Cuándo el Presidente planea pegar otros “martillazos”? En el Gobierno no hablan de fechas y apuestan a que la llegada de vacunas descomprimirá la situación sanitaria durante junio. Con ese bosquejo, con casi 7,5 millones de dosis -entre las 2.785.200 que arribaron en los últimos días y las 4,7 millones en expectativa de AstraZeneca y Covax- que prevén que arribe antes de la mitad de mes, los funcionarios confían en que será “sólo ante situaciones extremas“, como fue -según dicen- la que advirtió el Presidente la semana pasada.




Fuente: Clarín


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