Salteños se preparan para honrar a la Virgen de Luján, patrona de Argentina
La imagen de esta advocación mariana tiene una historia marcada por milagros y símbolos patrióticos.
Salta se prepara para una jornada de profunda fe y devoción. Los fieles de la región elevarán mañana sus oraciones a la Virgen de Luján, patrona de la República Argentina, cuya historia está marcada por el milagro y el simbolismo.
La devoción a la Virgen de Luján tiene una historia de más de tres siglos. En 1630, a orillas del río Luján, ocurrió un prodigioso suceso que dio origen a su veneración. Según la tradición, una pequeña imagen de la Virgen, transportada en una carreta, se detuvo milagrosamente y no pudo avanzar más. Interpretando este hecho como una señal divina, los devotos decidieron dejar la imagen en ese lugar, donde con el tiempo se erigió un santuario que hoy es uno de los templos más grandes de Sudamérica.
Además de su importancia religiosa, la Virgen de Luján tiene un fuerte significado patriótico. Durante la Guerra de Malvinas, una pequeña imagen de esta advocación acompañó a los soldados argentinos. En 2019, esa misma escultura fue devuelta al país por el Reino Unido y bendecida en el Vaticano por el papa Francisco, un gesto que reforzó su simbolismo para el pueblo argentino.
El 8 de mayo de 1944, la Virgen de Luján fue declarada patrona de las rutas nacionales por el Poder Ejecutivo de la Nación, reafirmando su protección sobre quienes transitan los caminos del país.
En Salta, la veneración a la Virgen de Luján se mantiene viva, especialmente en la Vicaría de la Inmaculada Concepción, en La Silleta, donde cada año cientos de fieles se congregan para rendirle homenaje.
Mañana, los salteños se unirán en oración y devoción, reafirmando su fe en la Virgen de Luján, símbolo de protección y esperanza para el pueblo argentino.
ORACIÓN:
Virgencita de Luján, no podemos visitarte porque la pandemia nos tiene a todos en casa, pero sabemos que tu intercedes como Madre por todos nosotros. Mira al Pueblo que peregrina en Argentina y en el mundo entero y líbranos de nuestras angustias. Renueva nuestras vidas y danos responder con alegría a la llamada del Señor.