Por siempre Polo Román: a cinco años de la partida de una voz eterna del folclore
Este 17 de noviembre se cumplen cinco años del fallecimiento de Polo Román, uno de los integrantes más entrañables de Los Chalchaleros. Su voz, símbolo de un tiempo dorado del folclore argentino, continúa resonando en la memoria colectiva de su pueblo y de quienes crecieron escuchando sus zambas y serenatas.
Este 17 de noviembre se cumplen cinco años sin la presencia física de Polo Román, el querido chalchalero nacido en Cafayate en 1937, cuya voz y calidez humana marcaron para siempre la historia del folclore argentino. "Por siempre querido Polo Román", repiten hoy sus admiradores, recordando que su canto seguirá sonando en los corazones, junto al de los otros legendarios integrantes de Los Chalchaleros.
Román ingresó al histórico cuarteto en 1966, en una etapa de profundos cambios dentro de la formación liderada por Juan Carlos Saravia. Ese mismo año se sumaron también Ernesto Cabeza y "Pancho" Figueroa, armando una de las formaciones más recordadas del grupo. Desde entonces, Polo nunca dejó de ser un chalchalero: su presencia se mantuvo ininterrumpida hasta la despedida definitiva del conjunto, en 2002.
A lo largo de esas décadas, Los Chalchaleros se convirtieron en un emblema del folclore nacional, protagonistas del boom del género en los años 60 y referentes indiscutidos del cancionero popular. La formación que integraron Saravia, Cabeza, Figueroa y Román quedó grabada en la memoria afectiva de generaciones enteras.
Tras la disolución del grupo, la pasión artística de Polo siguió intacta. En 2016 dio vida a un nuevo proyecto: Polo Román y Salta Trío, acompañado por Félix, Marcelo Mena y Gustavo Ciansi. Con esta propuesta, el cantante renovó su compromiso con la música de su tierra, llevando su impronta a nuevos escenarios y manteniendo viva la esencia chalchalera.
Hoy, a cinco años de su partida, Cafayate, Salta y todo el país lo recuerdan con cariño profundo. Su legado continúa vibrando en cada guitarra que se afina al pie de los cerros, en cada zamba que se canta bajo las estrellas y en cada corazón que se emociona al escuchar su voz. Porque Polo Román nunca se fue: sigue habitando el alma del folclore argentino.



