"Pampita" la hincha de GyT más longeva y apasionada del club salteño
Con 90 años fue en las pasadas elecciones de Gimnasia y Tiro, la candidata más longeva de la historia de Salta. Posee una pasión ilimitada por el club de la Vicente López.
Una "pasión" mayúscula. Nada es más bello que el deporte. Su práctica, la defensa por unos colores y el amor por un club no se paga con nada. Y "Pampita" lo sabe.
Pero no es una hincha más. María Antonia Campilongo de Acedo, con sus 90 años llenos de felicidad, se convirtió en la candidata salteña más longeva de la provincia, cuando en la última elección de Gimnasia y Tiro se presentó en la lista opositora al reelecto presidente Marcelo Mentesana, quizás buscando un sueño en donde el tiempo será el testigo principal.
María Antonia nació el 6 de julio de 1933, el mismo día en que Hipólito Yrigoyen, el gran político y estadista argentino, dos veces presidente de la Nación argentina y figura relevante de la Unión Cívica Radical, ponía fin a su vida terrenal.
"El día que nací en Salta nevaba y mi papá, integrante de la UCR, estaba a cargo de los homenajes en la provincia", recuerda.
Pero por qué "Pampita". María estudió en la escuela Normal y en esa época se editaba la revista "Maribel", en donde aparecía Calixto Campolargo, un personaje de ficción dueño de una finca que tenía una criada conocida como "Pampita".
"Como mi apellido es Campilongo, lo asemejaron con "Campolargo" y nació el apodo 'Pampita'", rememoró con una sonrisa cómplice.
Pero lo cierto es que "Pampita" también venía del campo y en su casa había un "tabique o tanque australiano" que le permitió dar sus primeras "zumbullidas" para sumergirse en su gran pasión: la natación.
"Allí comencé a nadar y más grandecita, a los 10 años, seguí en la casa de unos tíos, en Vaqueros, a practicar más. De todos modos también me casé con un hombre que era muy deportista. Hacía caminatas, bicicletas, escalaba cerros y a veces yo lo acompañaba. También tenía aparatos en la casa y ese amor por el deporte pasó a los hijos y nietos", destacó.
En ese sentido, resaltó que "mi hijo Mario, el más grande, se casó con Claudia Salim, también nadadora y de toda la familia deportista, entre natación, básquetbol, rugby, etc. y el amor por el deporte nunca se detuvo".
Pampita tiene 7 nietos y 6 bisnietos, frutos de sus hijos Mario y Fernando, y siempre estuvo ligada al club de la Vicente López, de donde son vecinos.Pero lo cierto es que "Pampita" también venía del campo y en su casa había un "tabique o tanque australiano" que le permitió dar sus primeras "zumbullidas" para sumergirse en su gran pasión: la natación.
"Allí comencé a nadar y más grandecita, a los 10 años, seguí en la casa de unos tíos, en Vaqueros, a practicar más. De todos modos también me casé con un hombre que era muy deportista. Hacía caminatas, bicicletas, escalaba cerros y a veces yo lo acompañaba. También tenía aparatos en la casa y ese amor por el deporte pasó a los hijos y nietos", destacó.
En ese sentido, resaltó que "mi hijo Mario, el más grande, se casó con Claudia Salim, también nadadora y de toda la familia deportista, entre natación, básquetbol, rugby, etc. y el amor por el deporte nunca se detuvo".
Pampita tiene 7 nietos y 6 bisnietos, frutos de sus hijos Mario y Fernando, y siempre estuvo ligada al club de la Vicente López, de donde son vecinos.
El paso clave
"Yo hacía gimnasia y natación, pero después de los 50 años comencé a participar en subscomisiones de natación y siempre me ocupé de los problemas del club", resaltó Pampita.
"Y este año me esteré que pretendían alquilar dos canchas hermosas de tenis a una casa de comidas 'chatarra'. Yo no soy del tenis pero amo al club y no quiero esos desprendimientos ni cosas raras. La gente del tenis, de luto", destacó.
Según recordó, "la asamblea no fue clara para decidir el futuro de esas canchas. A partir de allí nos comenzamos a mover en la Justicia para tratar de frenar este alquiler".
"De esa forma, luego del llamado a elecciones decidimos formar una lista para tratar de terminar con ese avasallamiento y decidí ser vocal para colaborar", destacó.
Fue una iniciativa loable, aunque finalmente los socios del albo decidieron continuar con la gestión de Mentesana durante la asamblea que se realizó la semana pasada.
Con su nieto Luciano, en la visita a la planta editorial. (Pablo Yapura)
Solo el recuerdo
"Yo creo que la cuestión social 'se vino abajo'. Antes íbamos mucha gente y los fines de semana y las vacaciones el club estaba lleno de socios y hoy, con los pocos espacios y después que sacaron la pileta, a la gente no le interesa ir", dijo al hacer un breve balance de lo que intentó rescatar.
"Gimnasia es mi segunda casa y por ser oposición nos llegaron a declarar 'personas no gratas'. Y pensar que cuando en el club no se podían pagar los sueldos, con el grupo de damas de natación vendíamos bonos para poder afrontar los sueldos de los jardineros o los porteros, que se les llegó a deber varios meses. Di mucho por el club. Nunca fui indiferente", fustigó.
Fuente de amistad
"Una de las cosas más lindas eran las fiestas aniversario, en donde concurrían todos. Era lo más parecido a un casamiento porque era similar a una gran reunión familiar. Nosotras, las chicas de natación, nos hacíamos vestidos para concurrir a esas fiestas. Y en los 100 años se tiró la casa por la ventana", recordó.
"Las amistades son las que forjaron a este gran club. Nos juntábamos bajo la arboleda a hacer asados y compartir todo. Se cultivaban grandes amistades", concluyó.
Hoy el panorama cambió. La "modernización" viene de la mano de un "distanciamiento humano" y si bien las disciplinas hacen la diferencia, hasta los valores del club se "tercerizaron". /Eltribuno