"Mi familia vivió 10 años en Orán, mi padre trabajaba en el Ingenio San Martín del Tabacal"
La cantante colombiana, ex Bandana, se encuentra en un gran momento personal y profesional.
La cantante colombiana, ex Bandana, se encuentra en un gran momento personal y profesional. Y en esta charla con Teleshow, por primera vez habla de todo.
La cita es en una vieja casona reciclada del barrio porteño de Villa Urquiza. Entre múltiples ambientes, paredes pintadas de colores y plantas, aparece una sala acustizada que sirve de espacio de ensayo y composición de La Delio Valdez. Y entre ellos, una cara por demás conocida: la de Ivonne Guzmán, la colombiana que con la fuerza de su talento se abrió camino primero en Bandana, cuando todavía era menor de edad, y ahora entre pantalones, tambores e instrumentos de viento, convirtiéndose en la voz femenina de la banda de cumbia que no para de crecer.
Ivonne conoce de reinicios y vuelta a empezar. A los diez años, junto a su familia dejaron Bogotá y se fueron a vivir a Camerún por el trabajo de su padre, un contador. En África vivió hasta que cumplió 15 años y cuando ya todos estaban aclimatados a las nuevas costumbres, volvieron a armar las valijas para instalarse definitivamente en Argentina, en Salta precisamente.
La cantante nacida en Bogotá ya tiene 38 años, es madre, forma parte de una cooperativa musical que divide riesgos y ganancias y cuenta con una sólida carrera en la música. Se muestra segura y decidida, como la vez que le dijo que no a sus excompañeras y fue la única de las cinco que no retornó a Bandana.
Con la banda en marcha, Ivonne se subió al tren de La Delio Valdez. La banda que suma popularidad, premios (tres nominaciones a los reciente Gardel) y una agenda completa de presentaciones con La Gira y la Serenata, mostrando su séptimo disco de estudio que nació en pandemia. Los esperan tres Luna Park el 16, 17 y 18 de junio.
Tienen cada vez más seguidores. Se convirtieron también en referentes de la cumbia. ¿Esperabas un poco eso cuando te sumaste?
Yo creo que es esta sensación de grupo que nos lleva hacia adelante. También todo el tiempo tenemos un cable a tierra, que eso lo genera el grupo: no perder la esencia, no olvidar de dónde venimos, todo lo que trabajamos. Nos pasó un poco la primera vez que viajamos a México el año pasado que cantamos en lugares para 80 personas y fue como volver a empezar. Realmente la magia que tiene eso, de recordar que la esencia está en el disfrute de lo que hacemos y en esa cosa de parcería que vamos hacia adelante. Así que soñando en grande, pero no olvidando dónde venimos.
Y demostraron que hay otra forma de hacer música también, con una cooperativa musical que da buenos frutos...
Totalmente, la verdad que esta manera de hacer música en una industria que hasta hace muy poco, digamos, el mundo independiente parecía que no llevaba a ningún lado, de repente, nosotros estamos planteando un sistema cooperativista dentro de la música. Si bien hay, ha existido esta modalidad, estamos como abriendo camino, un poco investigando cómo funciona, de qué manera podemos ir creciendo en este mismo formato.
Y en el medio fuiste madre. Imagino que la cooperativa es un espacio más amigable para las condiciones laborales de una mamá
La verdad que sí, observando cómo es en otros espacios realmente siento un gran privilegio de estar formando parte de esta familia que comprende perfectamente lo que implica maternar, paternar, las necesidades y los tiempos que eso conlleva, y entonces desde ese lugar la verdad que a mí ha sido bastante orgánico incorporar mi vida materna, a mi hijo.
Cuando regresaron de Africa, junto a tu familia se instalaron en Salta
Después vinimos a Salta; mi familia vivió 10 años en Orán, mi padre trabajaba en el Ingenio San Martín del Tabacal. Y bueno, yo estuve ahí un año y después vine a Buenos Aires.
También otro shock, ¿no?
Fue un cambio fuerte porque era volver a estudiar en español. Yo medio que ya casi que me olvidaba el español y es difícil, o sea los acentos, escribir, la ortografía y además venía de un colegio que éramos cinco por aula y entré a un público donde éramos 40, con uniforme otra vez. Pero siempre tuve una predisposición medio nómada, como que los cambios los acepto y me adapto rápidamente.
Y de Salta fuiste al casting de Popstar, con el número 107 que te llevó a la final y con un tema de Christina Aguilera.
Y vos sabés que en ese mismo CD que mandé a Popstars con el tema "Genio en la botella", de Christina Aguilera, y otro de Amargo y Dulce, lo había grabado hacía como cinco años, a los 13. Fue lo único que tenía grabado en esa época, no era como ahora.
Fue una explosión la popularidad, ¿Y eso cómo lo ves ahora a la distancia?
Bandana fue un boom aquí en Argentina y fue mucho trabajo. Fue un shock en muchos sentidos porque la popularidad fue tanta que en un momento fue abrumadora, la cantidad de gente, la intensidad, la cantidad de trabajo era mucha. Era como una cosa muy fuerte, el cansancio era extremo y era lo que significaba ese fenómeno. A la distancia me agradezco a mí misma haberlo atravesado tan cautelosamente porque siempre tuve esta cosa de enfoque, de saber que estaba trabajando y no perderme en la joda. /Teleshow