Historias de Salta

La huella del Che Guevara en Salta: relatos de su viaje en bicimoto

Fue en su primer viaje por Argentina y lo dejó documentado

En enero de 1950, con apenas 21 años, Ernesto Guevara emprendió en solitario su primer gran viaje por la Argentina en una bicimoto. De esa travesía, quedaron anotaciones íntimas que reflejan sus impresiones al recorrer el norte del país y, en especial, su paso por Salta.

Tras recorrer Córdoba y Tucumán, Guevara ingresó por Rosario de la Frontera y Metán rumbo a la capital salteña. Fascinado, describió los paisajes montañosos, el río Juramento y la belleza de las yungas. 

Llegó de noche a la ciudad y buscó alojamiento en el Hospital del Milagro, donde pasó su primera noche. Más tarde, en su regreso, volvió a detenerse en Salta: esta vez durmió en la dotación policial a la salida de la ciudad, bajo la luna llena y rodeado por el canto de sapos en la fresca noche salteña.

Sus escritos destacan la maravilla de los paisajes, pero también dejan entrever su sensibilidad frente a la pobreza del norte argentino, una realidad que lo marcaría profundamente. Ese viaje de 4500 kilómetros fue, en cierto modo, el inicio de la transformación del joven estudiante de medicina en el futuro Che Guevara.

Salta fue testigo y refugio en aquella travesía fundacional, quedando grabada en sus recuerdos como una tierra de paisajes majestuosos y noches cargadas de humanidad y poesía.

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