Sociedad

Hoy, la memoria vuelve a abrazar a los 44 héroes del ARA San Juan

Una fecha que duele, un homenaje que nos une. Prohibido olvidar.

En este día cargado de silencios y recuerdos, Argentina vuelve a mirar hacia el mar para honrar a los 44 marinos del submarino ARA San Juan, quienes desaparecieron en aguas del Atlántico Sur cumpliendo con su deber. Entre ellos, siete valientes hijos de Salta que dejaron su tierra para servir al país con honor, compromiso y profundo amor a la patria. 

Sus historias siguen vivas, latiendo en cada familia que los espera y en cada corazón que los recuerda:

Luis Carlos Nolasco, de 30 años, dejó Salta en 2007 para ingresar a la Armada Argentina. Vivía en Miramar junto a su esposa y sus dos pequeñas hijas. Técnico electricista egresado de la Escuela Técnica República de la India, su vocación lo llevó a elegir una vida al servicio del país.

Roberto Daniel Medina, padre de dos hijos, compartía su vida en Mar del Plata con su esposa, también salteña. Su sueño de servir al mar se convirtió en un legado eterno.

Jorge Valdez, nacido en Hipólito Yrigoyen, tenía 33 años. Casado y padre de una niña, era un joven dedicado, con el orgullo de representar a su provincia en la Armada.

Cristian Ibáñez, cuya madre recuerda con emoción la última llamada antes de que él se embarcara. Esa conversación es hoy un tesoro irremplazable.

Alberto Ramiro Arjona, de Campo Quijano, llevaba más de 10 años de servicio. Padre de dos hijos, soñador y comprometido, dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron.

Víctor Marcelo Enriquez, suboficial segundo de 37 años, oriundo de El Quebrachal, papá de dos niñas pequeñas. Su valentía y dedicación permanecen intactas en la memoria de su comunidad.

Sergio Cuellar, nacido en Salvador Mazza, vivía en Mar del Plata junto a su esposa María y su hijo Bruno. Tenía 35 años y una vida repleta de proyectos que hoy su familia honra con amor.

Hoy, Salta los recuerda. Argentina los abraza. Sus nombres resuenan como un llamado profundo a la memoria, al respeto y a la gratitud eterna hacia quienes dieron todo por la patria.

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