¡Imperdible!

El paraíso que se esconde en Salta y muy pocos conocen

No se trata de un sitio sólo para visitar poco tiempo, por lo que es mejor elegir un fin de semana extra largo o más días para conocerlo

A través de la Ruta Natural se puede conocer uno de los parques nacionales más remotos de Argentina. Justo en la frontera con Bolivia este paraíso salvaje protege una porción casi intacta de las yungas o selvas de montaña del noroeste, donde aún abundan los yaguaretés y muchos otros animales.

Por su ubicación sobre el Trópico de Capricornio es considerado el único parque nacional intertropical de Argentina. Se trata de Baritú, un tesoro ubicado en Santa Victoria, provincia de Salta, con una densa vegetación típica de la selva tropical. Este destino agreste ofrece naturaleza pura para viajeros experimentados y amantes de la aventura; requiere preparación y buen estado físico.

Para entrar a Baritú hay que cruzar a Bolivia y volver a entrar a Argentina. La mejor época es de mayo a octubre, en la temporada seca, luego los caminos pueden cortarse por las lluvias.

Protege más de 70 mil hectáreas de selva de yungas e invita a conocer ambientes casi prístinos que sorprenden por la abundancia de su fauna. No es que los animales se dejen ver a simple vista, pero es frecuente despertar en los campamentos rodeados de huellas de tapires, pumas y yaguaretés.

Este destino es considerado una de las reservas mejor protegidas del mundo, ya que está rodeado de una serie de accidentes geográficos que hacen muy difícil el acceso a este magnífico territorio verde. El parque está naturalmente cerrado por cuatro cadenas montañosas: al norte se ubica la Sierra del Porongal, al este la serranía de Las Pavas (de 2000 metros sobre el nivel del mar), al sur el Cerro Negro y las sierras del Río Pescado, y al oeste las serranías de los Cinco Picachos, de 1900 metros sobre el nivel del mar.

Se recorre únicamente a pie o en mula, siguiendo una serie de senderos y caminos que suben y bajan por la montaña, siempre con guías experimentados o guías baqueanos que brindan sus servicios desde Los Toldos o en los pequeños poblados de Lipeo o Baritú. Por ello, es un destino exclusivo para amantes de la aventura y la naturaleza que disfrutan las largas caminatas, mojarse para cruzar ríos y que no les importa el calor, la lluvia o el frío. También es un imperdible para observadores de aves en busca de lugares remotos.

Antes de comenzar es imprescindible dar siempre aviso a los guarda parques en la intendencia del parque en Los Toldos y consultar por sugerencias y recomendaciones.


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