El cielo está de fiesta: Cerrillos recuerda a Don Ceballos en el día en que cumpliría 92 años
Muy feliz cumpleaños en el cielo, maestro. Los que quedaron aquí siguen escuchando su música. Hoy y siempre.
En un día cargado de nostalgia y emoción, la comunidad de Cerrillos vuelve a mirar al cielo con el corazón apretado y agradecido. Hoy, Herman Concepción Ceballos, el recordado y querido bandoneonista que falleció este año, cumpliría 92 años, y su pueblo lo celebra como si todavía estuviera allí, sentado en su silla de siempre, con el bandoneón sobre el pecho y la mirada serena.
Nacido y criado en las entrañas mismas de Cerrillos, Herman fue más que un músico: fue un testigo silencioso de los cambios del pueblo, un guardián de las melodías que acompañaron generaciones enteras. Su bandoneón, impregnado de tango y melancolía, resonó durante décadas en calles adoquinadas, en serenatas improvisadas y en los salones donde muchos dieron sus primeros pasos de baile.
Para los cerrillanos, fue el último gran bandoneonista de trascendencia en la región, un símbolo cultural, un orgullo del pago. Su ausencia física aún duele, pero su música sigue viva en cada acorde que algún aprendiz intenta imitar, en cada recuerdo que despierta una lágrima suave.
Hoy, en su cumpleaños número 92, Cerrillos no solo lo recuerda: lo celebra. Porque hay hombres cuya vida se convierte en un legado eterno, y Don Ceballos es uno de ellos.
Muy feliz cumpleaños en el cielo, maestro. Los que quedaron aquí siguen escuchando su música. Hoy y siempre.



