Efemerides

Día del Apicultor: por qué su trabajo se celebra cada 21 de junio

El Día del Apicultor se celebra cada 21 de junio para destacar una profesión esencial que protege a las abejas, produce miel y garantiza la polinización de los cultivos.

Aunque muchas personas asocian la apicultura solamente con la producción de miel, la tarea de un apicultor va mucho más allá. Por eso, cada 21 de junio se celebra el Día del Apicultor para destacar la importancia de esta profesión, fundamental para mantener la biodiversidad y garantizar la polinización de cultivos esenciales.

La efeméride se instauró para rendir homenaje a quienes se dedican a la crianza y el cuidado de las abejas, pero también para promover el valor de los productos que resultan de esta labor, entre los que están la cera y la jalea real.

¿Cuál es el trabajo de un apicultor?

Un apicultor es una persona que cría abejas y se encarga de mantener sus colmenas saludables y activas. No solo recolecta miel, sino que trabaja durante todo el año para asegurar que las condiciones del entorno y del clima no afecten a los enjambres.

Su labor incluye tareas de mantenimiento, vigilancia sanitaria y cosecha, pero también interviene en momentos clave como la preparación para el invierno o la instalación de nuevas colmenas. Gracias a su trabajo, se asegura la producción de alimentos como frutas, verduras, semillas y granos que dependen directamente de la polinización.

Además de miel, las abejas producen otros recursos muy valiosos para la industria alimenticia y farmacéutica. Entre los principales productos que resultan del trabajo apícola, se encuentran:

La cera de abeja, usada para fabricar cosméticos y velas. El propóleo, con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. El polen y jalea real, considerados suplementos nutricionales. Mirá También

Día del Apicultor: ¿qué lugar ocupa Argentina en la producción de miel?

Cada Día del Apicultor, se pone en valor una profesión que, aunque poco visible, resulta esencial para la sostenibilidad del planeta. Las abejas son responsables de la polinización de al menos el 75% de los cultivos que consumimos, y su cuidado es vital para mantener el equilibrio ecológico.

En este contexto, Argentina tiene un rol destacado a nivel internacional: es el tercer exportador mundial de miel, solo detrás de China y Turquía. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura argentino, la apicultura es una actividad federal, con presencia en todas las regiones del país, especialmente en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba.

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