Con fe y esperanza, cientos de salteños participaron en la procesión de antorchas
El barrio Intersindical se llenó de fe y esperanza durante el tradicional Milagro de los Enfermos. Cientos de devotos se acercaron a la Parroquia de Lourdes para agradecer, pedir por su salud y la de sus seres queridos, y vivir momentos de profunda conexión espiritual.
El Milagro de los Enfermos, que se desarrolló del 22 al 24 de agosto, volvió a convertirse en una caricia al alma para quienes atraviesan momentos difíciles. Durante tres días, el barrio Intersindical vibró al ritmo de la oración, la esperanza y el amor por el Señor y la Virgen del Milagro.
El momento más emotivo se vivió el sábado por la noche, cuando tras la misa presidida por monseñor Mario Cargnello, cientos de antorchas iluminaron el barrio en una procesión cargada de plegarias y gratitud. Familias enteras, vecinos y peregrinos caminaron unidos, elevando su fe con cánticos y oraciones, en una de las expresiones más profundas de la religiosidad salteña.
Este encuentro, que ya es tradición, sigue recordando que la fe no tiene barreras y que, en medio del dolor o la enfermedad, siempre hay una luz que guía y sostiene: el abrazo del Milagro.
