Central dio un paso gigante en Salta y espera a River
Central se llevó de Salta lo que vino a buscar: la clasificación a semifinales de la Copa de la Liga, por eso ahora quedó a dos partidos del título. Venció a Racing por penales tras el 2-2 en los 90' y se vuelve a Rosario más ilusionado que nunca.
Central está en las semifinales de la Copa de la Liga. Es la frase más sencilla, la que explica el sentimiento del hincha de Central y de enorme alegría que causó en jugadores, cuerpo técnico y dirigencia esta gran paso dado en Salta. Porque hay detrás de esa frase una historia que contar y en la que la felicidad trocó en angustia y después todo fue algarabía, pero lo cierto y lo concreto es que este equipo de Miguel Ángel llegó a Salta sabiendo que estaba a tres partidos de un título y se vuelve a Rosario teniendo muy en claro que ahora son dos los pasos que lo separan de esa consagración.
Es cierto, se le viene River, pero al menos puede sacar chapa de haberse sacado de encima a este Racing al que pudo liquidar en los 90 minutos, pero al que le dio vida, antes de llegar al 2-2 final y a la definición por penales. "Esto es Central", dijo Russo alguna vez y hoy Central es esto, semifinalista de la Copa de la Liga.
Esos dos primeros minutos de Central metido, enchufado, fueron una buena invitación. Porque el desborde y centro de Malcorra terminó casi con un gol en contra de Mura y tras el tiro de esquina Quintana lo tuvo solo de cabeza, pero hubo un rebote. Pero fue una insinuación débil, porque desde ese momento Racing comenzó a manejar mejor el partido, con posicionamientos del medio hacia arriba que el canalla no podía descifrar. De inmediato Juanfer Quintero metió un zapatazo desde afuera que contuvo Broun, con dificultad.
Ese manejo de Racing hacía que el desde el juego la balanza se inclinara fácilmente y Central comenzó a apostar por la salida rápida y la contra. Tuvo una inmejorable en un lateral rápido de Campaz en el que Malcorra encaró mano a mano con Arias, pero el arquero ganó el duelo. De ahí en más, Racing fue al menos más prolijo, con Moreno como primera salida, con Nardoni jugando a espaldas de Malcorra y los de arriba rotando en tres cuartos, desarticulando las marcas canallas. Siempre había alguien de Racing libre y alguien de Central llegando tarde a la marca.
Broun le tapó un mano a mano a Hauche, Ojeda tampoco pudo con Fatura tras un tiro libre rápido desde el campo de Racing, Juanfer metió un zapatazo que lamió el palo izquierdo del arco canalla y Ojeda, de frente al arco, le dio débil, a las manos de Broun. Era el momento ideal para que Central se fuera al vestuario sin perderlo, pero llegó la mano de Sigali, el tiro libre de Malcorra, el puñetazo de Arias sobre Mallo, las protestas, la revisión del VAR y el tremendo golazo de Campaz. Un golpe justo, a pedir de boca, con el que Central se fue al descanso ni bien Racing movió la pelota desde el medio.
Central volvió a salir con todo y a los 25 segundo Campaz no pudo asistir a Dupuy. Pero el partido se planteó muy clarito: Racing con la pelota y Central yendo de contra. Y le fue bastante fácil al canalla empezar a bajarle la persiana. El tiro libre de Malcorra, el cabezazo de Mallo y la arremetida de Sández le pusieron a Central el partido en bandeja. Porque Racing era una bola de nervios y el canalla una máquina de salir de contra. Y por esa vía tuvo unas cuantas, sobre todo después de lo que fue el descuento de Roger Martínez. Pero allí a Campaz le faltó decisión y claridad, a O'Connor puntería y al equipo entero algo de serenidad. Tantas desperdiciadas le dieron a Racing la chance de que el penal que advirtió el VAR (mano de Quiñones) llevara el partido a los penales. Y ahí lo de siempre, la ilusión, la angustia, la esperanza. Pero fue el momento en el que Fatura Broun se hizo gigante para que este Central inflara el pecho y se vuelva sabiendo que ahora son dos los pasos al título./Lacapital